viernes, 9 de enero de 2015

FLASHBACK I.

FLASHBACK.

Terminar un concierto y querer comerme el mundo, así me sentía yo ahora mismo. Cada concierto tenía algo especial, no podía negar eso, pero este había tenido algo más, no se porque. La euforia se salía por cada poro de mi piel, y no podía quitar la sonrisa de la cara.
Cogí el coche y volví a casa, eran las dos de la mañana, habíamos estado celebrando un poco después de el concierto y se me había echo un poco tarde. Pablo estaba esperándome en casa, hacia una semana que no nos veíamos y tenía muchísimas ganas de abrazarle de nuevo, era el hombre de mi vida.

Llegue por fin, y metí el coche en el garaje, me baje a toda prisa y me metí en casa, que frío hacia...

-¿Pablo?- fui encendiendo luces a mi paso.

-Aquí.- su voz venía del salón, estaba sentado en el sofá, con la mirada perdida.

-Mi amor...-me senté encima suyo y le besé, el me correspondió el beso, pero con mucha fuerza.

-Malú...- le olí el aliento, había bebido, mucho.

-Joder, estas borracho..- me levanté de encima suyo. Fui a la habitación sin volver a dirigirle la palabra, sabía que odiaba que bebiera, y aún así lo había echo. Me metí en el baño y me puse el pijama. Al salir me encontré a Pablo en la puerta, demasiado cerca. Empezó a besarme con muchísima fuerza.

-Pablo... Para.- no me dejaba ni hablar.

-Malú cada día estas más buena...- metió las manos por debajo de mis pantalones y apretó mi culo con fuerza.

-Para... Estoy muy cansada...- me puso apoyada en la pared y me cogió las muñecas con fuerza, no me dejaba moverme.

-Cuanto más te resistes más cachondo me pones...- me soltó las muñecas para desnudarme, lo hizo sin ningún cuidado, rompiéndole algún botón de la camisa y haciéndome daño varias veces, estaba muy asistada.

-Por favor, para...- estaba al borde del llanto.

Me desnudo del todo sin hacer caso a mis palabras, me cogió en brazos, y me tiro a la cama.

-¡Que me sueltes!- se me tiro encima, quitándose la ropa, me estaba dando mucho asco...

-Shhh, en el fondo estas deseando que te folle, estas igual de cachonda que yo...- se equivocaba, sólo quería huir.

Pablo ya estaba desnudo del todo? Y sabía lo que iba a venir después, se adentró en mi, haciéndome soltar un grito, pero no de placer, de dolor. Me estaba haciendo muchísimo daño, pero parecía darle igual.

-Pablo, me duele...- no podía casi ni hablar.

-¡Cállate coño!- me daba azotes en el culo y en los muslos y me apretaba con fuerza los pechos. Me dolían, también me estaba haciendo daño.

-Para joder, para...- intentaba quitármelo de encima, y lo conseguí, estaba tan borracho que pude conseguir que sacara su miembro de mi, y levantarme, pero no llegue muy lejos. En el comedor me volvió a coger.

-¿Prefieres follar en la mesa? Que juguetona estas Malú...- me sentó en la mesa, volviendo a adentrarse en mi. Me dolía mucho.

-Para joder, me duele...- intenté cerrar las piernas, pero no me dejo, y me las abrió más.

No podía parar de llorar, me estaba haciendo muchísimo daño, no podía más. Siendo muy bestia, y hablando mal, me estaba partiendo la vagina. Y los pechos, no podía más. Y pasó, se corrió. Se separó de mi, y me dejo desnuda, tirada en la mesa.

-Muy bien Malú, así me gusta...- tape mi cara con mis manos, y me abrace a mi misma.

-Pablo, ¿que has echo?- me acababa de violar.

-Follar con mi chica, ¿que pasa? ¿No puedo?- se volvió a acercar a mi, acariciando mi culo, pero me aparte de inmediato, otra vez no.

-No quería Pablo, ¡te lo dije!- empece a llorar desconsoladamente.

-Me importa una mierda lo que quieras, eres mi novia, y sí quiero follar, se folla, ¿estamos?- pegó un golpe a la mesa y me asuste, después de esto me daba miedo decirle cualquier cosa.

-No grites por favor...- me tenía amedentrada, estaba temblando.

-Hoy duermes aquí.- se fue, apagando la luz, y dejándome ahí, desnuda, y llorando.

A partir de ese día le cogí miedo a Pablo, ya no nos queríamos, sólo me quería de cintura para abajo. Era como su puta. Llegaba a casa y sí el quería follar, por mucho que me negara, era como el quisiera, pero ya no me resistía, iba a ser peor. Pero se, que Pablo se llevo una parte de mi, mi ilusión, mi inocencia, mi confianza... Cambio completamente mi forma de ser. Hizo que desconfiara de la gente, que le cogiera asco, que tuviera miedo. Me destrozó la vida, sin más.

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