viernes, 9 de enero de 2015

CAPÍTULO 10: Toda.

NARRA VANESA

Sabía que con esa frase había dejado a Malú con las ganas, pero no menos de las que tenía yo...
-¿Tiene que ser esta noche?- se echo para atrás en la cama abriendo las piernas.
-Sí.- intenté seguir a lo mío sin hacer mucho caso a sus intentos de provocarme.
-Vane...- la ignoré, pero vi que lanzó sus zapatos, y se quitó sus pantalones, quedándose en tanga.
-Malú, para.- sabía lo que pretendía, calentarme.
Se quitó la camiseta, ahora sí, quedándose en ropa interior completamente. Se acercó a la puerta, poniendo el pestillo. Y después se acerco a mi.
-Follame..- me dijo tocándome con fuerza el culo, y moviendo sus caderas contra las mías... Dios. Vanesa controlate.
-Malú... Deja de provocarme...- se alejó de mi, seguí vaciando la maleta, con un calentón importante, intentando no mirarla demasiado para no caer en ella.

Se volvió a tumbar en la cama, y empece a oír unos gemidos... Dios no. Me di la vuelta, y la vi ahora completamente desnuda sobre la cama, acariciando su sexo con una mano, y sus pechos con la otra. Resoplé. No iba a caer.
-¿Te gusta metértelos eh?- le dije viendo como se complacía a ella misma.
-Me gusta más que me los metas tu...-me dijo con voz sensual, me estaba costando mucho contenerme.
-Dios...- soltó un gemido, y se levantó, sacando sus dedos de su intimidad, chupando uno a uno.
-Malú...- me estaba poniendo mala, vino hacia mi, desnuda, imponente.
-Follame Vanesa...- puso sus manos en mis pechos y apretó. Me quitó la camiseta y el sujetador y empezó a morder mis pezones... No pude resistirme más, ya no.

Hice que abriera sus piernas, estando las dos de pie, y empece a mover dos de mis dedos por su zona, en lo que ella, me bajaba los pantalones y me quitaba el tanga. Ahora estábamos las dos completamente desnudas, tocándonos, en mitad de la habitación.
-Ven aquí.- tiro de mi cuerpo, tumbándome en la cama, y puso una pierna a cada lado de mi cadera, empezó a hacer unos movimientos con la cintura sobre mi cuerpo que me estaban volviendo loca, pero no me dejaba tocarla, me quería hacer sufrir.
-Malú... Deja de hacer eso.- le dije observando su intimidad, húmeda.
-¿Te esta poniendo cachonda eh?- me dijo tocando mis pechos de nuevo.
-Muchísimo... quiero hacer un 69...- dije aparentando su culo hacia mi. Soltó un gemido, y se dio la vuelta, poniendo su sexo sobre mi boca. Y bajando ella para comerme el mío.
Empece a morder su clítoris, notaba como temblaba debajo de mi lengua.
-Dios Vanesa...- dijo apartando su cabeza de mi sexo para soltar un grito.
-¿Te gusta?- la dije metiendo un dedo en su cuerpo, en lo que seguía mordiendo su parte sensible.
-Dios no pares...- movía sus caderas sobre mi boca.
-Córrete Malú...- la apreté los pechos todo lo que nuestra postura me dejaba, ella ya no podía más.
-Vanesa, me voy...- se encorvó y con un último gemido me indico que ya se había ido, que había llegado hasta las estrellas. Y yo, al oirla, me fui con ella.
Se tumbó a mi lado, aún con la respiración muy agitada.
-Joder que polvazo... ¿Cómo he podido vivir sin esto tanto tiempo?- dijo con una risita nerviosa.
Yo sólo la abrace con fuerza contra mi.
-Te amo...- me dijo.
-Yo más...- la di un dulce beso, y así, nos quedamos dormidas.

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