Mire a Malú con cara de no entender nada, en teoría solo estábamos nosotros 3 en el barco.
-Cielo, no te preocupes, seguro que ha sido Miguel que ha venido a ver si estábamos bien- dijo súper calmada.
-Malú... no me da muy buena espina ese chico- me sincere con ella, creo que era lo mejor.
-Vane gorda, es amigo mío desde hace un montón de tiempo, de verdad no te preocupes...- se acerco a darme un beso y yo volví a oír un ruido extraño, esto empezaba a no gustarme nada.
-Malú...- me aparte de ella, cortando el beso.
-Por favor, calmate, que no pasa nada- me dijo acariciando mi cara.
Se levanto tirando de mi brazo, y me llevo hasta un pequeño camarote, también decorado, y con una mesita preparada para comer en el centro. Desde las ventanas de aquel lugar se podía ver el mar, ya estábamos bastante lejos de la costa.
-A comer..- me dijo ella señalándome mi silla.
-Como usted mande jefa.- me senté en mi silla, y la vi irse dando saltitos, se la veia ilusionada y a mi no podía matarme mas verla así de feliz.
-Ya estoy.- llevaba dos platos en sus manos, y tenia muy buena pinta.
-Joder... que buen partido me he echado, si cocina y todo.- la dije haciéndome la divertida.
-Calla idiota, y come.- me dio una pequeña patada por debajo de la mesa, siempre pegando.
La verdad es que la comida estuvo bastante rica, pero habíamos comido demasiado. No podía ni levantarme de mi sitio, y creo que ella tampoco...
-Malú cariño...- me miro interrogante.- Llama a una grua para que me lleve a casa...- ella reía, apenas con fuerzas, al parecer también habia comido demasiado.
Con un esfuerzo sobrehumano, conseguimos llegar hasta el sofa. Me tumbo, y Malú se me tumba encima, acurrucandose en el hueco entre mi cuello y mi hombro, por debajo de mi pelo. Creo que no habia mejor sensación, que tenerla así, entre mis brazos.
-Malú...- saco su cabeza de mi pelo haciendo un ruido muy gracioso, y no pude evitar darle un beso en la punta de la nariz.
-Uy, que guapa estas desde aqui.- me dijo desde mi hombro.
-Como siempre, perdona que te diga- vale Vanesa, ya paso.
-JAJAJAJAJA, creida..- me dio un beso en los labios, pero cada vez subía mas y mas la intensidad, y con ello la temperatura de mi cuerpo..
-Malú... no vayas por ahí o no podré controlarme mucho mas...- dije bajando mis manos por su espalda, y mas alla...
-Me da que me vas a tener que enseñar...- dijo con un poco de vergüenza.
-Lo hare, no te preocupes, vas a ser mi aprendiz...- me pego un pequeño golpe en la pierna, típico.- Pero en casa, aquí no.- seguía preocupada por los ruidos que habia oído antes, todavía estaba un poco inquieta.
Malú se quedo dormida encima mía, y yo solo me dedicaba a observarla y a pensar, a pensar como en tan poco tiempo, habia conseguido volverme loca, bueno, un poco mas loca de lo que ya estaba antes de conocerla.. Su sonrisa me hacia perder la cabeza, sus ojos la cordura, y su cuerpo... la poca razón que me quedaba. Sabia que ella tenia algo especial dentro, algo que no dejaba ver, pero cuando tenias la suerte de hacerlo, hacia que te enamoraras completamente de ella. Malú era como un imán, atrae.
Pensando en mis cosas volví a oír otro ruido, vale, esto ya no me gustaba nada... Mire la hora y eran ya las 6 de la tarde, a lo tonto se nos habia pasado volando el tiempo, ya era hora de despertar a Malú.
-Cariño...- empece a dejar suaves besos por sus mejillas...
-5 minutos mas...- que vaga era cuando quería.
-Va cielo, vamos a volver a casa anda, que se nos esta haciendo tarde...- le dije incorporando su cuerpo un poco.
-Joder, ya no puede una ni dormir tranquila.- dijo desperezandose, la verdad es que estaba muy graciosa con esa cara de zombie, y sin saber andar en linea recta.
Fuimos al mando de control, donde estaba Miguel, para informarle de que queríamos volver a casa ya, que teníamos que hacer unas cuentas cosas. Al salir de aquella habitación, un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba abajo, algo no iba bien, lo sabia. Tenia ese sexto sentido.
Cuando llegamos al puerto desembarcamos, a Malú se la veia pletórica, que pena que no pudiera decir lo mismo, me habia encantado la sorpresa, me enamoraba esta vena romántica que le salía de repente, pero aun estaba un poco agobiada por aquel chico, sabia que no era trigo limpio.
Llegamos a casa y Malú se empeño en hacer la cena, y yo pues no iba a negarme, se ve que hoy tenia el día bueno. Me quite las zapatillas, me tumbe en el sofa, y me puse un poco a ver twitter con la tele encendida, a ver si nos enterábamos de algo de las noticias de este país...
-Tenemos ultimas noticias de la cantante de moda de nuestro país, al parecer la madrileña, se encuentra de vacaciones en Malaga y muy bien acompañada...- Malú salió corriendo de la cocina.
Las dos nos quedamos de piedra viendo imagenes nuestras en la pantalla, de hoy, del barco. Lo sabia... Miguel. Pero esto no se iba a quedar así. Me volví a poner las zapatillas, cogí el abrigo y las llaves y sali de casa, oía a lo lejos los gritos de Malú, pero me daba igual, nadie se ríe en mi cara y se va de rositas...
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