NARRA MALU.
Cuando Vanesa me dijo que quería que me fuera a vivir con ella me pareció una completa tontería, y una locura a partes iguales. Pero... tenia razón, yo no podía seguir viviendo con Pablo, me estaba consumiendo por dentro, me quitaba las ganas de todo, y ya esta bien, yo no puedo estar sometida a alguien de esta forma. Ademas, Vanesa me encantaba, y pensaba intentar algo con ella, por muy dificil que fuera, sabia que ella valía la pena.
Cogimos el coche y pusimos rumbo a mi casa, vivia a las afueras y el hotel estaba en el centro, el viaje era largo...
-Vane gorda, pon la radio- le dije con cara de pena.
Ella solo sonrio y puso cadena dial, perfecto, así podía cantar sin inventarme casi toda la canción en ingles. Me pase todo el camino cantando, estaba feliz. Vanesa solo me miraba, creo que no conocía a la Malú loca que llevo dentro.
Llegamos a mi casa y toda la felicidad que llevaba encima se fue de un plumazo, el coche de Pablo estaba ahí.
-Malú, puedo entrar contigo si quieres...- me dijo viendo la cara de miedo que se me habia quedado.
-No Vane... no te preocupes, puedo hacerlo yo sola.- no quería meterla en esto.
Me arme de valor, y saque las llaves del bolso. Cuando meti la llave en la cerradura oi los ladridos de mis tres perras, genial, ahora todo el barrio se ha enterado de que he vuelto a casa.
Al entrar lo primero que hice fue agacharme a saludar a Danka, a Lola y a Rumba. Mis niñas.
Subi a la planta de arriba y escuche unos golpes, seria Pablo...
-Coño, si la reina se ha acordado de que vive aquí...- me dijo acercandose por detrás.
-Pablo, déjame en paz, me voy de aquí.- dije sacando de golpe toda la ropa de mi armario.
-Tu no te vas a ningún sitio.- me dijo empujandome, haciendo chocar mi espalda contra la puerta, joder que dolor.
-Estoy harta, me da igual lo que me digas.-me incorpore del todo, intentando que no se me notara el daño que me habia echo.
-Que ilusa has sido siempre Lula...- me dijo abrazando mi cadera por detrás. Yo seguí metiendo ropa en la maleta, ignorándole.
-Suelta- dije pegándole un codazo.
-Cuanto mas te resistes mas me gustas...- me dio la vuelta, cogiendo mis muñecas.
-Pablo déjame irme...- le dije a punto de llorar.
-No te vas a ir a ningún lado, eres mía- empezó a besarme, tenia mas fuerza que yo, y aunque intentara apartarme, no podía.
La ventana estaba abierta, así que recurrí a lo único que me quedaba, gritar.
-Vanesa- grite desde la habitacion.
-Callate- me tiro a la cama, y siguio besandome.
Oi unos pasos por las escaleras, perfecto, me deje la puerta abierta, estoy salvada.
-Sueltala cabronazo- Vanesa me quito a Pablo de encima.
-No te metas- la dijo con una mirada amenazante, yo me levante corriendo de la cama.
-Vete de aqui, Malú se viene conmigo.- Pablo se rindio, y elevo sus manos en señal de ello.
-Esta bien, vosotras ganais esta vez, pero esto no se queda así- me dijo apuntandome con un dedo, y se fue.
Vanesa me abrazo, me abrazo muy fuerte, era lo que necesitaba en este momento.
-Venga Malú, vamos a recoger todo y vamonos de aqui- asentí con la cabeza, y seguí recogiendo.
Me lleve toda mi ropa, mis joyas, mis discos... todo lo que era mío de esa casa. Lo íbamos metiendo todo en el coche, incluidas mis perras y mi gato...
-Vane, espero que los animales no te molesten.- tenia un zoo bastante importante.
-No te preocupes, a mi también me encantan los animales.- me dijo dándome un beso en la frente.
Creo que íbamos demasiado rapido, joder, es que realmente la conocí ayer. Y ya me estoy yendo a vivir con ella... aunque no es que tuviera muchas opciones en este momento.
Después de recoger todo, nos metimos en el coche, y pasamos por el hotel, para que Vanesa hiciera lo mismo con su ropa, y pusimos rumbo a Malaga. Por el camino iba llamando a mis padres, y a mis amigos mas cercanos, para decirles que me iba un tiempo de viaje, que ya les contaría mas cosas en unos días, ahora mismo solo quería desconectar, perderme.
Estabamos haciendo todo demasiado rapido, pero era lo que necesitaba, dejarme llevar de una puta vez, sin pensar tanto.
Casi todo el viaje fuimos con la música puesta, menos en los tramos que la radio perdía la cobertura, y éramos nosotras las que nos poníamos a cantar. Después de 5 horas y media de viaje, llegamos a Malaga, siempre me habia encantado esta ciudad. Vanesa tenia una casa preciosa, y parecía muy acogedora.
-Danka estate quieta.- dije intentando coger a mi perra, que en cuento abrimos la puerta salió corriendo.
-Dejala mujer, a ver si encuentra a mi Pongo- dijo ella súper tranquila.
En lo que yo intentaba coger a Danka, las otras dos perras y hasta el gato salieron corriendo detrás.
-Manada a la fuga.- dijo Vanesa riéndose de mi cara.
-Me rindo, que les den..- dije cogiendo una de mis maletas.
Metimos todas las maletas dentro de la casa, y nos tiramos en el sofa, estábamos agotadas.
-Tengo hambre...- dije con la cabeza boca abajo.
-Yo también...- dijo Vanesa de la misma manera, parecíamos dos niñas de cinco años.
-Haz tu la cena...- me dijo tapandose los ojos.
-Me da pereza...- dije imitando su gesto.
Ninguna de las dos estábamos por la labor de ponernos a cocinar ahora, así que pasamos al plan B, pedimos una pizza, y nos costo bastante decidirnos porque cada una quería ponerle una cosa distinta, la dependienta casi se vuelve loca...
-Caprichosa.- me dijo enfadada, después de que la pizza fuera como yo quería.
-Lo se- dije orgullosa de mi, je.
Nos comimos la pizza en cinco minutos, bueno la devoramos, eso no se podía considerar comer, parecíamos dos perros que no habían comido en una semana.
-Voy a rebentar- dije resoplando.
-No eres la unica...- me dijo tumbandose en el sofa.
Estuvimos viendo una película hasta que Vanesa se quedo dormida, no quise despertarla, así que me tumbe encima suya, abrazándola, le deje un suave beso sobre sus labios, y apoye mi cabeza sobre su hombro. Queria ir despacio con ella, me habia precipitado mucho al principio, pero Vanesa era especial, no sabia que tenia, pero me encantaba. Era demasiado pronto para decir que me habia enamorado de ella, casi no la conocía, pero me sentía segura con ella a mi lado, y si, la quería. Esta era mi nueva vida. A partir de hoy, me habia propuesto ser feliz. Y lo iba a conseguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario