NARRA VANESA.
Genial, no estaba dormida, y me habia oído, tierra tragame. Pero me había dicho que me quería, eso era bueno, no entiendo el porque de estos nervios que se habían implantado en mi cuerpo...
-Vanesa..- oia su voz detrás de mi pelo, pero no quería, o no podía, por falta de valor, darme la vuelta.
Se incorporo, y yo cerré los ojos de inmediato, puso medio cuerpo sobre mi, y se puso a acariciarme el pelo y la cara suavemente.
-Se que estas despierta...- bien, no me quedaba otra, abri los ojos, y ella saco una sonrisa triunfal.
-Malú duérmete, debes estar muy cansada.- le dije apartando la mirada de nuevo de sus castaños ojos.
-Te quiero...- me volvió a repetir cerca de mi oído, joder.
-Malú creo que te estas confundiendo, no me puedes querer, apenas nos conocemos...- dije intentando convencerme a mi misma mas que a ella.
-No me estoy confundiendo, ya se que te acabo de conocer, pero me encantas Vanesa...- se estaba poniendo cada vez mas encima mía, me iba a volver loca.
-Malú, no quiero ser tu paño de lagrimas...- la dije seria, e instantáneamente se aparto de mi cuerpo y se sentó en la cama, permitiéndome observar de nuevo su cuerpo.
Me di la vuelta, intentando ignorarla, pero empece a oir suave gimoteos, mierda. No podia oirla llorar, se me partia el alma, aunque intentara negarlo a mi también me encantaba Malú.
-Lo siento si te ha molestado lo que te he dicho... yo no quería...- me corto.
-Joder Vanesa, no eres mi paño de lagrimas- dijo llorando ahora con mas fuerza- Desde que te vi en Malaga solo pienso en ti, te has apoderado completamente de mi cabeza- yo creo que me estaba poniendo pálida.
-Yo...- intente hablar, pero me volvió a cortar.
-Mira, nunca había sentido nada por una mujer, no te lo voy a negar. Pero tu eres diferente, no se que estas haciendo conmigo Vanesa, pero solo puedo pensar en ti, me has ayudado sin conocerme de nada, y sin hacerme ni una puta pregunta...- yo creo que iba a llorar también.
-Malú te quiero.- la dije sincera, antes de que siguiera hablando.
-No me digas que me quieres por lastima, no te creo Vanesa...- cada vez lloraba mas fuerte.
Y la bese, si, no se porque lo hice, pero me tire a su boca. Al principio se sorprendió un poco, pero cada vez movía su lengua con mas soltura junto a la mía. Estuvimos así unos minutos, hasta que note que sus lagrimas se metian en nuestro beso.
-Ey no llores mas...- la dije apartando su cara de la mía y quitando las lagrimas que todavía salían de sus ojos...
-Vanesa...- no dijo nada mas, solo me abrazo. Y yo la apreté contra mi cuerpo con mas fuerza.
-Gracias- me dijo.
-Ni se te ocurra volver a darme las gracias.- la dije mirándola a los ojos, sonrío y me beso. Que bien sabia...
-Eres lo mas bonito que tengo...- dijo acariciando mi mejilla lentamente, y dejando algún beso por ella.
-Anda duérmete gorda.- la dije tapandola de nuevo, y tumbandome con ella.
Malú se dio la vuelta y se abrazo a mi, pasando su pierna por encima de mi cadera, y así, nos quedamos dormidas.
NARRA MALU.
Me desperte abrazada a Vanesa. Nunca me habian gustado las mujeres, pero ella tenia algo que me volvía loca... Estaba dormida, era preciosa... Me levante para buscar mi movil, seguramente Pablo me estaría llamando. Y asi era, tenia 21 llamadas perdidas suyas, y bastantes whatsapp, de puta madre. Abri el whatsapp...
-Malú ven a casa ya.
-Te estoy esperando.
-Malú son las tres de la mañana, cuando llegues ya tendremos una charla tu y yo...
Todos los mensajes eran así, no sabia que contestarle, no quería hacerlo. Tenia que contarle esto a Vanesa, no podía volver a mi casa, no quería volverle a ver la cara a ese hijo de puta. Note que alguien me abrazaba por la espalda...
-Buenos dias mi amor...- me dijo en mi oído.
-Buenos dias gorda...-me di la vuelta y la bese, pero baje la cabeza para evitar encontrarme con sus ojos y ella lo noto. Cogio mi barbilla, y levanto mi cabeza, obligándome a mirarla.
-Malú...- se que no queria preguntarme que me pasaba, pero ya esta bien, tenia que contarle todo.
-Vanesa, siéntate. Tenemos que hablar...- me puse la camiseta que la noche anterior habia estado abrazando y olía a ella, perfecto, así me sentía mas segura.
-Si no quieres no hace falta que me lo cuentes...- me dijo sincera, viendo que me costaba empezar.
-No... tengo que hacerlo, pero prométeme que no me vas a interrumpir hasta que acabe...- me miro con mucha ternura.
-Te lo prometo, anda ven aquí...- me hizo sentarme sobre sus piernas, abrazandose a mi cintura. Y comencé...
NARRA VANESA.
-Hace 5 años, conocí a Pablo, era vecino mio, nos gustamos y empezamos a salir... hasta ahí todo bien, parecía el hombre perfecto para mi...- ahí entendí porque le molesto mi frase de las apariencias engañan.- Pero... hace unos meses, empezó a salir de copas con sus amigos, yo estaba de gira y casi no nos veíamos, nos distanciamos muchísimo...- se iba quitando las lagrimas que caían de sus ojos.- Un día llegue a casa después de un concierto y... me dijo que quería sexo. Yo estaba muy cansada y no quería, le dije que otro día, pero no quiso escucharme, y me forzo.- Malú se derrumbo y se puso a llorar sobre mi hombro.
-No hace falta que sigas si no quieres...- la dije acariciando sus piernas.
-No... tengo que hacerlo...- cogió aire, y prosiguió- A partir de ese día todo cambio, yo le miraba con miedo, y el solo me miraba como su juguetito sexual, ya no nos queríamos, ni nos queremos. Pero siempre me ha faltado el valor para dejarle... hasta que apareciste tu. Ayer cuando me llamo, estaba borracho, me prometio que iba a venir a buscarme, y luego me dijo que ya era mayorcita, y que me las apañara yo sola... y eso es todo, un resumen de mi asco de vida.- habia sufrido mucho por lo que se ve.
-Malú... no se que decir... ese tío es un hijo de puta- dije elevando la voz.
-Lo se... Solo te he contado esto a ti.- de repente note una responsabilidad enorme, la vi sentada sobre mi, llorando, como una niña pequeña.
-No te voy a dejar sola, no vas a volver a verle la cara a ese cabron, vamos a ir a tu casa, vamos a coger todas tus cosas y te vas a venir a vivir conmigo...- Malú al principio se quedo en shock, pero poco a poco se formo una sonrisa en su cara, y me beso, pero este beso era distinto, se notaba amor en el.
-Gracias.- estábamos haciendo una locura, lo se, pero no me importaba hacerlas, si era con ella a mi lado.
-Vistete, vamos a tu casa- se levanto de un salto y comenzó a vestirse.
No se si todo esto iba a ser bueno para mi. Solo se que me iba a encargar de que Malú volviera a sonreír, y se olvidara de ese cabron, eso si, a mi lado.
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